La radiografía es una prueba rápida, sencilla e indolora que genera imágenes de las estructuras internas del cuerpo, especialmente de los huesos. Los haces de rayos X atraviesan el cuerpo y son absorbidos en diferentes cantidades según la densidad del material por el que pasan.
Este examen se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste o degeneración ósea.